Cómo la IA está moldeando el futuro de los trabajos de traducción

Con un 98% de profesionales incorporando la traducción automática*, la IA se ha convertido en una parte integral del proceso. Durante la traducción, las herramientas de IA generan traducciones automáticas con una velocidad y precisión notables, lo que reduce los tiempos de entrega para proyectos de gran envergadura. Estas herramientas también sugieren soluciones ingeniosas de transcreación y permiten que las traducciones resuenen emocionalmente con las audiencias objetivo.

Las etapas preparatorias de la traducción han evolucionado gracias a la capacidad de la IA para extraer terminología clave, categorizar el contenido según su tipo o complejidad, y señalar el uso inadecuado del lenguaje. Estas capacidades ahorran tiempo y garantizan la coherencia en proyectos multilingües.

Además, la adopción generalizada de herramientas de escritura asistidas por inteligencia artificial —utilizadas por el 77 % de los profesionales del sector*— destaca un cambio hacia una mayor eficiencia y creatividad. Estas herramientas permiten a los lingüistas perfeccionar borradores con precisión, asegurar exactitud estilística y gramatical mientras les permiten centrarse en tareas que requieren experiencia cultural o contextual. El papel de la IA en mejorar la productividad y calidad de la traducción es innegable, lo que allana el camino hacia un futuro colaborativo entre la tecnología y la experiencia humana.

La IA ha transformado el papel de los traductores, y les permite asumir responsabilidades más estratégicas y creativas. Esto nos lleva al impacto más amplio y transformador de la IA en los trabajos de traducción, que nos revela cómo la tecnología no está reemplazando a los lingüistas, sino empoderándolos para redefinir su experiencia.

*Estos comentarios se extraen del «Informe de la encuesta sobre traducción automática» realizado en 2023 por DeepL. La encuesta fue distribuida a profesionales del marketing en Francia, Alemania, Japón y EE. UU. que son responsables de la traducción o localización del contenido de sus empresas, ocupan un puesto de director o superior, y trabajan en organizaciones con 100 o más empleados.

El impacto positivo de la IA en los trabajos de traducción

Los traductores ya no necesitan pasar horas en traducciones iniciales; en su lugar, pueden dirigir su experiencia hacia la refinación y localización del contenido. Este cambio ha redefinido su papel como asesores lingüísticos en lugar de simples convertidores de texto.

La naturaleza colaborativa de la IA y los traductores también mejora la consistencia y la escalabilidad. Con la IA gestionando grandes conjuntos de datos y aplicando reglas lingüísticas, los profesionales pueden ofrecer traducciones de alta calidad a gran escala. Por ejemplo, las herramientas potenciadas por IA permiten a los traductores mantener la precisión terminológica en múltiples proyectos mientras se alinean con las directrices específicas de los clientes.

Desafíos en una industria impulsada por la IA

Aunque la IA ofrece beneficios transformadores, también presenta una serie de desafíos que requieren estrategias y soluciones reflexivas. Una de las preocupaciones más significativas es el miedo al desplazamiento laboral entre traductores y lingüistas. A medida que la automatización asume tareas tradicionalmente realizadas por humanos, muchos profesionales temen que su experiencia pueda volverse obsoleta. Esta ansiedad es particularmente común en roles donde ahora la IA maneja fácilmente tareas repetitivas o estandarizadas, como la traducción básica y la creación de borradores iniciales.
Sin embargo, este temor se enfrenta a una contranarrativa dentro de la industria: la inteligencia artificial no está reemplazando a los traductores, sino potenciando sus habilidades. Los lingüistas ahora desempeñan un papel crucial en áreas a las que la IA no llega, como capturar matices culturales, comprender expresiones idiomáticas y asegurar la resonancia emocional del contenido. La relación en evolución entre los humanos y la IA enfatiza la colaboración en lugar de la competencia, con los lingüistas enfocados en tareas de alto valor como la transcreación, la posedición y el aseguramiento de la calidad.
Otro tema urgente es la diversidad lingüística. La mayoría de los sistemas de IA están entrenados predominantemente con datos en inglés, lo que marginaliza a las lenguas y dialectos menos hablados. Esta diferencia destaca la necesidad de tener conjuntos de datos de entrenamiento de IA más inclusivos para asegurar que todas las comunidades lingüísticas se beneficien por igual de los avances en IA.

Navegar por estos desafíos requiere un cambio de mentalidad en el que se vea la IA no como una amenaza, sino como una herramienta que potencia las capacidades de los lingüistas. Al adaptarse a estos cambios y encontrar formas de integrar la IA en sus flujos de trabajo, los profesionales pueden posicionarse como expertos indispensables en una industria cada vez más impulsada por la tecnología.

Nuevos roles en la era de la IA

En este panorama en constante evolución, están surgiendo nuevos roles para los expertos en lingüística, como los siguientes:

  • Entrenador y desarrollador de IA: se encarga de curar y anotar conjuntos de datos, ajustar algoritmos y optimizar sistemas de IA para lenguajes o dominios específicos.
  • Especialista en posedición: revisa y mejora los resultados generados por los sistemas de IA, y asegura precisión, consistencia de estilo y adecuación cultural
  • Consultor de IA: asesora a las organizaciones sobre estrategias de adopción de IA y las ayuda a elegir las herramientas y tecnologías adecuadas para sus necesidades de traducción e interpretación. También proporciona ideas sobre cómo optimizar los flujos de trabajo de IA e integrarla efectivamente con la experiencia humana.
  • Analista de control de calidad: evalúa el rendimiento de los sistemas de IA, identifica errores o inconsistencias, e implementa medidas correctivas para mejorar la precisión y confiabilidad de las traducciones.
  • Experto en un área específica: combina habilidades lingüísticas con un conocimiento profundo de industrias específicas para ofrecer traducciones de alta calidad en temas complejos.
  • Revisor de ética y sesgos: asegura que las traducciones impulsadas por IA sean culturalmente sensibles, imparciales y cumplan con los estándares éticos, a fin de promover la inclusión y la equidad en los servicios lingüísticos.
  • Creador de contenido potenciado por IA: utiliza la inteligencia artificial para el análisis del lenguaje, la optimización del contenido y la asistencia en escritura creativa, a fin de producir contenido atractivo e impactante para audiencias globales.
  • Asesor de comunicación intercultural: ayuda a empresas y organizaciones a navegar por matices culturales, localiza contenido de manera adecuada y cierra brechas de comunicación en diversos contextos culturales.
  • Especialista en integración de IA: personaliza soluciones de inteligencia artificial, desarrolla scripts de automatización y entrena a equipos para aprovechar eficazmente las herramientas de IA, lo que maximiza la productividad y eficiencia en los servicios lingüísticos.

Abrazando un futuro colaborativo

La industria de la traducción se encuentra en una encrucijada donde la tecnología y la experiencia humana convergen. Como dijo Eda Güldağı Karip, gerente de talento en Go Global: «A medida que la inteligencia artificial continúa automatizando muchos aspectos del proceso de traducción, es esencial que los profesionales del lenguaje encuentren un equilibrio entre las limitaciones de la tecnología y la experiencia humana. Posicionarse como consultor o experto en la materia, mientras se aprovecha la tecnología para mejorar las capacidades, es clave para prosperar en esta industria en evolución».

En última instancia, el futuro de los trabajos de traducción reside en la adaptabilidad. Los profesionales que abrazan la inteligencia artificial como socia, en lugar de competidora, pueden redefinir sus roles y abrir puertas a la innovación y al crecimiento profesional. El enfoque ya no está únicamente en traducir textos, sino en aportar valor a través de la experiencia, la creatividad y una comprensión profunda de los matices lingüísticos y culturales.